miércoles, 8 de junio de 2011

Seven Chances (1925)

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El genial Buster Keaton, quien junto con Charles Chaplin y Harold Lloyd, fueron los reyes indiscutibles de la comedia de su tiempo... y de todos los tiempos. Su trabajo ha resistido la prueba más difícil de todas.

Seven Chances, conocida en español como Siete ocasiones, es una película que se puede recomendar ampliamente y sin reservas; es muy divertida, con un gran dinamismo y acrobacias, como se acostumbraba en la comedia de antaño. Es una estupenda opción para conocer la obra de Buster Keaton, y aficionarse a las magníficas películas que se hacían en los veintes.

El post de esta semana debo agradecérselo a mi esposa, que estaba viendo por un canal de cable la película The Bachelor (El soltero, 1999), con las actuaciones de Chris O'Donnell y Renée Zellweger.

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Vi una parte de esta cinta y reconocí de inmediato la obra de David Belasco que sirvió de base para Seven Chances. Me llamó poderosamente la atención que aunque The Bachelor se hizo casi 75 años después, con sonido, a colores, y demás etcéteras, es muy, pero muy inferior a la versión original (muda y en blanco y negro). Esta apreciación se vio confirmada al consultar el conocido sitio IMDb, Seven Chances tiene una puntuación de 8.0 contra 4.8 puntos de The Bachelor. La diferencia es apabullante.

El inicio de Seven Chances es lento, tipo comedia romántica: Jimmie Shannon, profundamente enamorado de su novia Mary, continuamente la visita para decirle que la ama. Esta situación se utiliza para incluir varios detalles divertidos, que no pueden pasar desapercibidos. Pasa el tiempo, y la pareja sigue disfrutando de su amor.

Sin embargo, no todo es felicidad. Jimmie fundó con su amigo Billy una firma de agentes de bolsa y uno de sus negocios sale mal, cuyo resultado es una de dos opciones, la ruina o la cárcel. Todo parece perdido, y para colmo llega al despacho un abogado buscando a Shannon; creyendo que es un citatorio de sus acreedores, los dos socios escapan y van al Country Club tratando de distraerse un poco.

A pesar de esta treta, el abogado no se da por vencido y después de mil peripecias logra que Jimmie y su socio le hagan caso:  La historia toma un giro inesperado cuando reciben el testamento del abuelo de Shannon, que ha fallecido. Le hereda siete millones de dólares, que representa justamente la salvación de la compañía. Sin embargo, hay una condición: debe estar casado para el día de su cumpleaños 27, a las 7:00 p.m., si no fuera así, pierde la herencia. Lo más tremendo de todo, es que Shannon se entera de la noticia justo el día que cumple 27 años, por lo que sólo tiene unas cuantas horas para casarse y poder cobrar el dinero. No sólo él tiene interés de llevar a buen éxito la empresa, sino también su socio, y se une a la causa el abogado que llevó la última voluntad del abuelo.

Inmediatamente va con su novia, y le pide matrimonio. Ella acepta feliz, pero Jimmie con las prisas se muestra poco cortés y le menciona el asunto de la herencia. Creyendo Mary que se quiere casar con ella únicamente para cobrar el dinero, rompe el compromiso y lo hecha de su casa.

Con esta situación inesperada, se presenta un sinnúmero de escenas chuscas, pues Shannon le pide matrimonio a cuanta mujer se le cruza enfrente, y todas lo mandan a volar. Desmoralizado, se da por vencido, pero no así Billy, quien no va a perder la salvación de la compañía sólo porque su amigo sea incapaz de encontrar esposa. Cita a Shannon a las 6 de la tarde en la iglesia, prometiendo que él se encarga de conseguir una novia. Sin embargo, el plan del socio no sale como él hubiera querido, y da pie a la persecución más cómica y disparatada de la historia del cine.

Obvié muchos detalles, y no les voy a contar el final, para que vean esta película y compartan mi opinión que Seven Chances, ¡merece verse!

jueves, 26 de mayo de 2011

Der Müde Tod (1921)



Der Müde Tod (La muerte cansada) se conoció en Estados Unidos como Destiny, y en español se le tituló Las tres luces. Fue la primera película importante de Fritz Lang, con guión de él mismo y de su entonces esposa, Thea von Harbou.

En los 1920's esta pareja escribió muchos guiones bastante buenos, entre los que destacó Metropolis. Al trabajo de von Harbou no se le ha dado el reconocimiento que merece, y esto se debe en gran parte a sus ideas políticas: Apoyaba a Adolfo Hitler y el partido nazi, lo que incluso provocó la disolución de su matrimonio con Lang, que huyó a los Estados Unidos. Después de la guerra, von Harbou ya no volvió a tener el éxito que había tenido antes; irónicamente, en 1954 se le hizo un reconocimiento, y se proyectó en Berlín Der Müde Tod... al salir del cine resbaló y la caída le provocó la muerte días después.

Les recomiendo ampliamente esta película, el guión es excelente, y la actuación de Bernhard Goetzke en el papel de la muerte es memorable. La película consta de tres historias, es un tríptico que hilvana una historia central; cada historia transcurre en un país y en un momento histórico diferente pero con el amor, el destino y la muerte como temas comunes.




No les voy a dar mayores detalles de la historia, para invitarlos a que vean esta cinta. Los efectos especiales al espectador moderno no le parecerán muy buenos, pero hay que considerar que fue hecha en 1921, y que Lang siguió trabajando en este rubro hasta deslumbrarnos con Metropolis, apenas cinco años después.

Para que se den una idea si esta película es buena, consideren lo siguiente: Hacia la mitad de la década de los años veinte, llega a París un joven español en busca de un oficio o el despertar de una vocación. Encuentra trabajo en el teatro y se apasiona inmediatamente por la puesta en escena. En aquella ciudad acude con frecuencia al cine y descubre una película que le causa una profunda impresión. Según confesó en alguna ocasión a lo largo de su vida, le hizo comprender que las películas podían ser un medio de expresión y no sólo un mero pasatiempo, como había creído hasta ese momento. «Algo que había en aquella película me conmovió profundamente, iluminando mi vida». El cine se convertiría para él a partir de entonces en un apasionado oficio. Aquel joven español era Luis Buñuel y la película, Der Müde Tod.

Hasta donde sé, sólo dos películas han sido declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO,  Metropolis (Fritz Lang, 1927) y Los olvidados (Luis Buñuel, 1950). Me fue muy grato conocer que entre estos dos directores había una liga, y es justamente esta cinta.

Der Müde Tod sedujo a Luis Buñuel e impresionó vivamente a Alfred Hitchock. ¿Se puede decir más?

viernes, 20 de mayo de 2011

Safety Last! (1923)

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Por lo regular pensamos que las películas mudas son cortas, con movimientos muy rápidos, ingenuas, con Chaplin y el Gordo y el Flaco como únicas estrellas, con pastelazos y persecuciones sin fin. Esto no es correcto, y en los veintes el cine ya había alcanzado un buen grado de madurez; esto es lo que hace que personas como yo, que no lo conocía y tenía ideas preconcebidas, vaya de sorpresa en sorpresa. Varias películas mudas son mucho, pero mucho más buenas que un gran número de las modernas.

Aunque Safety Last! es de 1923, se estrenó en Guadalajara dos años después, el jueves 25 de junio de 1925, con el nombre "Evite peligro"; actualmente esta cinta es más conocida como "El hombre mosca". El título original es una parodia de la famosa frase Safety first! (la seguridad ante todo), porque precisamente es en lo último que piensa el protagonista al ver comprometido su honor. La imagen que muestro al inicio es clásica en la historia del cine, y tal vez la hayan visto varias veces.

Esta película es protagonizada por Harold Lloyd, un gran cómico, muy famoso en su tiempo. Su atuendo característico era sombrero y lentes de carey, aquí en México se le conocía por el apodo de "Delgadillo", en otros países de latinoamérica como "Gafitas" y en España era "Gafotas". Para las nuevas generaciones no es tan conocido como Chaplin, en gran medida porque nunca autorizó que sus películas se pasaran por televisión (decía que el  medio ideal para ver su obra era la pantalla grande). Los grandes cómicos de ese tiempo, los amos indiscutibles de la taquilla eran Chaplin, Lloyd y Buster Keaton. Cualquier cinéfilo de la Guadalajara de los años veinte sabía muy bien quien era Delgadillo y gustaba de sus películas.

Este era el anuncio del estreno aquí en Guadalajara:


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Era un anuncio grande y espectacular para su época, del ancho de media pagina (este anuncio por sí solo cubría la mitad de toda la cartelera cinematográfica publicada en El Informador). Si querían verla en el Cine Lux (el mejorcito, y estaba frente a Catedral) el boleto costaba 60 cts. Si no querían gastar tanto, podían ir a la entonces empedrada calle de Juan Manuel y entrar al Teatro Cuauhtemoc (sí, el mismo en el que pasaban sólo películas porno) y para gayola el boleto costaba 15 cts. No había que asustarse si llevaban al hijo, pues en ese tiempo el Cuauhtemoc era un teatro familiar... el declive vendría después.

Safety Last!, o como quieran llamarla, se las recomiendo ampliamente, es muy divertida, y al verla inmediatamente se darán cuenta que este tipo de humor fue muy imitado posteriormente, en infinidad de películas y programas cómicos de televisión. Es siempre agradable ver el origen de las cosas, y no es difícil caer en la cuenta de por qué las películas de "Delgadillo" eran muy gustadas por nuestros bisabuelos.

La película tiene innumerables gags desde el inicio, no es lenta (como algunas partes de las cintas de Keaton), y las ocurrencias son sencillamente geniales. Es característico en las obras de Lloyd que el protagonista caiga en situaciones aparentemente imposibles, y al final, contra todo pronóstico, salga triunfante. Tiene mucho de acrobacia, como se usaba en aquel tiempo, y Lloyd realizaba él mismo sus escenas. En 1920 perdió dos dedos de una mano en un incidente que me hace recordar lo que le pasó a Bruce Lee muchos años después, y usaba una prótesis. Lloyd era muy perfeccionista, cuidaba mucho sus películas, y la gente por mucho tiempo no supo del accidente.

Veanla, y estoy seguro que no se arrepentirán, y sabrán por qué la escena del reloj, con la que inicié este comentario, es un clásico en la historia del cine.

Presentación

Hay películas, documentales y series que...

¡merecen verse!

El motivo puede ser de lo más variado, desde algo que nos gusta, nos parece interesante, nos recuerda nuestra infancia o alguna otra etapa de nuestra vida, es chusco, es original, o es tan malo que resulta siendo de culto... Motivos podemos encontrar por miles, y todos válidos.

Aquí compartiré con ustedes, en una primera etapa, reseñas de películas de las que reconocemos imágenes, podemos saber algo de la trama, incluso las vimos hace mucho tiempo, completas o fragmentos... pero no sabemos ni cómo se llaman ni quiénes las actúan. También de películas que ni idea teníamos de su existencia, y que resultan ser verdaderas joyas, así como información complementaria para apreciarlas mejor.

Sean bienvenidos a este mi segundo blog, espero que lo disfruten tanto leyéndolo, como lo hago yo escribiéndolo.