jueves, 26 de mayo de 2011

Der Müde Tod (1921)



Der Müde Tod (La muerte cansada) se conoció en Estados Unidos como Destiny, y en español se le tituló Las tres luces. Fue la primera película importante de Fritz Lang, con guión de él mismo y de su entonces esposa, Thea von Harbou.

En los 1920's esta pareja escribió muchos guiones bastante buenos, entre los que destacó Metropolis. Al trabajo de von Harbou no se le ha dado el reconocimiento que merece, y esto se debe en gran parte a sus ideas políticas: Apoyaba a Adolfo Hitler y el partido nazi, lo que incluso provocó la disolución de su matrimonio con Lang, que huyó a los Estados Unidos. Después de la guerra, von Harbou ya no volvió a tener el éxito que había tenido antes; irónicamente, en 1954 se le hizo un reconocimiento, y se proyectó en Berlín Der Müde Tod... al salir del cine resbaló y la caída le provocó la muerte días después.

Les recomiendo ampliamente esta película, el guión es excelente, y la actuación de Bernhard Goetzke en el papel de la muerte es memorable. La película consta de tres historias, es un tríptico que hilvana una historia central; cada historia transcurre en un país y en un momento histórico diferente pero con el amor, el destino y la muerte como temas comunes.




No les voy a dar mayores detalles de la historia, para invitarlos a que vean esta cinta. Los efectos especiales al espectador moderno no le parecerán muy buenos, pero hay que considerar que fue hecha en 1921, y que Lang siguió trabajando en este rubro hasta deslumbrarnos con Metropolis, apenas cinco años después.

Para que se den una idea si esta película es buena, consideren lo siguiente: Hacia la mitad de la década de los años veinte, llega a París un joven español en busca de un oficio o el despertar de una vocación. Encuentra trabajo en el teatro y se apasiona inmediatamente por la puesta en escena. En aquella ciudad acude con frecuencia al cine y descubre una película que le causa una profunda impresión. Según confesó en alguna ocasión a lo largo de su vida, le hizo comprender que las películas podían ser un medio de expresión y no sólo un mero pasatiempo, como había creído hasta ese momento. «Algo que había en aquella película me conmovió profundamente, iluminando mi vida». El cine se convertiría para él a partir de entonces en un apasionado oficio. Aquel joven español era Luis Buñuel y la película, Der Müde Tod.

Hasta donde sé, sólo dos películas han sido declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO,  Metropolis (Fritz Lang, 1927) y Los olvidados (Luis Buñuel, 1950). Me fue muy grato conocer que entre estos dos directores había una liga, y es justamente esta cinta.

Der Müde Tod sedujo a Luis Buñuel e impresionó vivamente a Alfred Hitchock. ¿Se puede decir más?

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